La política mexicana es un entramado de
tendencias e ideologías que convergen en una sola realidad variopinta que es
tan bondadosa o tan terrible según la habilidad del guerrero que se lanza al
campo de batalla. Algunos de nuestros políticos has sabido sobrevivir a los
tiempos cambiantes y otros han sucumbido en el olvido o pesa sobre ellos un
estigma que la historia cobra cada vez que un aprendiz se detiene a entender el
periodo determinado.
En esta convergencia, uno de los políticos que
tiene una larga experiencia legislativa y ha militado, desde que decidió su vocación,
en la izquierda es el Senador Pablo Gómez. Estudiante de Economía en la UNAM,
participante activo en el movimiento de 1968 y legislador.
En este episodio, el equipo de Hommo Politicus le preguntó sobre el
movimiento de 1968, su participación, la estadía en la cárcel, la “Guerra
Sucia” y qué efectos ha tenido en la formación del Estado Mexicano. La
respuesta: -perdimos muchas batallas,
pero ganamos algunas cosas..-.
El punto neurálgico de la conversación fue que
desde su concepción, México –necesita que
lo volteen de cabeza para que le salga todo lo que tiene en sus bolsillos para
regresarlo, otra vez, sobre sus pies pero ya despojado de todos los pesos
muertos históricos que tiene (ejemplo de ello) como la corrupción y son los jóvenes quienes deben cambiar al país-.
Los cambios institucionales que pretenden
impulsar los otros partidos y que les han llamado reformas estructurales, se
refieren a la privatización de los recursos mineros e hidrocarburos, a la nueva
ley laboral que abarata y flexibiliza los empleos y la reforma fiscal que
pretende grabar el IVA hasta en medicinas y alimentos; sin embargo, cuando se trata
de llegar a acuerdos sobre temas medulares como la educación, no logran un
consenso y el presupuesto designado a este propósito es precario, pues, sólo
por poner un ejemplo, mientras que Corea del Norte ha incrementado el número de
jóvenes en las aulas universitarias hasta tener 50% de ellos estudiando, en
nuestro país, la cifra es de 28% de este sector de la población en las mismas
condiciones.
En materia de las partidas presupuestales, “el
poder de bolsa” no lo tiene el Congreso de la Unión, sino el Poder Ejecutivo
que decide la política de gasto que llevará a cabo su gobierno. Situación que
refleja la necesidad de transitar de un sistema presidencialista a uno parlamentario
para atender las nuevas exigencias.
La izquierda tiene un deber con la sociedad: la
renovación del país no viene desde el conservadurismo de partidos de derecha,
sin embargo, ambas tendencias deben llegar a acuerdos para lograr una adecuada
estructura institucional que resuelvan los problemas añejos y recientes que
aquejan al Estado.
Amig@ radioescucha: ponemos a tu disposición la
visión de un político profesional militante de izquierda; en los próximos
episodios tendremos oportunidad de entrevistar a miembros de los distintos
partidos, pues el objetivo es que tu tengas un criterio informado y valores la
importante decisión que has de tomar este próximo primero de julio. Así mismo,
te exhortamos a que nos des tu opinión y escuches los otros episodios.
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